martes, 14 de mayo de 2013

Reparos ilegales a facturas de compra


“ESE PROVEEDOR ESTA MAL VISTO POR SUNAT”: NUEVO CONCEPTO TRIBUTARIO

Daniel Montes Delgado (*)

Ahora que SUNAT ha intensificado sus acciones de control, entre ellas las denominadas “verificaciones”, pero al mismo tiempo les ha establecido metas muy exigentes a sus verificadores, en cuanto a dinero recaudado de manera “inductiva”, han proliferado nuevos conceptos y argumentos que, esgrimidos como presión sicológica pueden tener algún sentido persuasivo, pero que de legales y correctos no tienen nada. A fin de cuentas, cuando se presiona a las personas para alcanzar fines exagerados, empiezan a importar poco los medios.

En esta ocasión nos referiremos solo a uno de estos nuevos conceptos tributarios que SUNAT les ha proporcionado a sus verificadores. Dicho sea de paso, una verificación de este tipo consiste en que al contribuyente lo citan a las oficinas de SUNAT, con algún pretexto (“rentabilidad debajo del promedio del sector”, “detracciones excesivas comparadas con las ventas”, “crédito fiscal desproporcionado”, etc.) y le piden que lleve sus facturas de compra, para luego en esa entrevista, recibir información acerca de un tema completamente diferente: las compras realizadas a algunos proveedores de bienes o servicios son cuestionadas porque “ese proveedor está mal visto por SUNAT”. Finalmente, le dirán que esas compras son falsas, y que de no rectificar sus declaraciones y pagar el impuesto supuestamente omitido, el contribuyente comprador puede ser hasta denunciado penalmente por ser cómplice de evasión tributaria. La idea es sacarle al contribuyente el mayor pago en efectivo posible, sin una verdadera fiscalización.

Pero ¿qué hay detrás de esta afirmación del verificador de SUNAT? Pues una presunción más o menos lógica, pero no por eso ajustada a ley. Sucede que SUNAT recibe en sus bases de datos información de muchos contribuyentes, acerca de sus operaciones de compras y ventas (este es el famoso “DAOT”). Si usted tiene un proveedor, debe informar las compras que le hizo en el último ejercicio. A su turno, ese proveedor debería reportar también compras, pues las necesita para producir o adquirir lo que le vendió a usted. Pero sucede que no hay contribuyentes que reporten ventas a ese proveedor. En otras palabras, la cadena de compras y ventas en la base de datos se rompe, justo en el lugar de su proveedor. SUNAT no sabe con certeza a qué se debe esta inconsistencia, ni ha fiscalizado al famoso proveedor, ni le interesa hacerlo, pues puede ocurrir que no le sea fácil o se resista a ser fiscalizado.

En lugar de tratar de fiscalizar a posibles fantasmas, SUNAT prefiere presionarlo a usted, que es un contribuyente formal y no se va a escapar a ningún lado. Para eso, le hablará de ese “proveedor mal visto por SUNAT” y tratará de convencerlo de que las supuestas culpas de ese proveedor son las suyas también. Si usted ya sabía que la bancarización, así como el pago con cheques y el pago de detracciones, se supone deberían validar sus compras, por más que el proveedor sea incumplido en sus impuestos, esa certeza le será cuestionada por el verificador de SUNAT, sin ninguna base legal, pero con mucha presión y amenazas sutiles (y algunas no tanto).

Lo cierto es que estas acciones de control no son verdaderas fiscalizaciones, sino simples comparecencias, por lo que el verificador no tiene facultades para afirmar nada acerca de sus proveedores, al menos no con efectos legales. Se trata simplemente de asustarlo para ver si paga alguna cantidad. Lo correcto sería resistirse a esta presión indebida, antes que ceder a ella. Los contribuyentes tienen derechos que deben ser respetados más allá de las metas de recaudación.

(*) Abogado PUCP. MBA Centrum Católica. Montes Delgado – Abogados SAC.

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