Columna
“Derecho & Empresa”
GASTOS
DE PERSONAL EN EL BALANCE Y LA PLANILLA
Daniel
Montes Delgado (*)
SUNAT está remitiendo cartas inductivas a las
empresas que tienen una supuesta inconsistencia entre sus gastos de personal
declarados para el Impuesto a la Renta anual del ejercicio 2016, comparados con
el total de los conceptos, remunerativos o no, que constituyen rentas de quinta
categoría para los trabajadores. Si el monto de los gastos de personal del
balance es mayor, la carta inductiva sugiere que se ha dejado de declarar
remuneraciones en la planilla, que deben ser regularizadas o sustentadas a fin
de evitar acotaciones posteriores.
Ya hemos comentado en otras ocasiones que estas
deducciones lógicas de SUNAT no carecen de sustento, pero siempre hemos dicho
también que acusar omisiones o errores en las declaraciones a partir de ellas,
por más que se trate de cartas inductivas, puede ser exagerado. La
clasificación de los gastos relacionados con el personal, dependiendo de cada
empresa, de su rubro de negocio, de sus formas de trabajo y sus
particularidades en cuanto al trabajo de campo, entre otros factores, incluyendo
las decisiones del área contable acerca de cómo aplicar el Plan Contable pueden
determinar que se presuma, de parte del fisco, que hay más remuneraciones
cuando en realidad no existen tales.
Por ejemplo, en la subcuenta 622 de otras
“remuneraciones”, pueden clasificarse las movilidades entregadas a los
trabajadores para la realización de sus labores y que no constituyen una suma
de libre disposición del trabajador. Esas movilidades no constituyen ni
remuneración ni rentas de quinta categoría, por lo que la lógica de SUNAT las
tomará como una supuesta diferencia que corresponde a remuneraciones no
declaradas, cuando ello no es así.
Algo similar puede ocurrir si, por ejemplo, a un
trabajador se le paga una indemnización por vacaciones no gozadas dentro del
plazo legal y esta indemnización se clasifica en la subcuenta 6215, de
vacaciones, ya que ese concepto no corresponde a una verdadera renta de quinta
categoría. Y lo mismo podría pasar, dependiendo del caso, con algunas
condiciones de trabajo, como la alimentación principal cuando es necesario
otorgarla conforme a la realidad de cada empresa, que si bien es un gasto de
personal, no es renta de quinta categoría porque no es de libre disposición del
trabajador.
Por otra parte y como en otras ocasiones, el hecho
de que SUNAT exija un descargo a ser presentado ante esta carta inductiva, no
debe dar lugar a que el contribuyente se sienta comprendido dentro de un
procedimiento de fiscalización, puesto que una carta inductiva no es tal. Así,
plantearse la disyuntiva de realizar tal descargo adjuntando muchos documentos
(no requeridos, por lo demás, al menos en este caso) o rectificar sus declaraciones,
no sería correcto. Como tampoco debe pensarse que, en caso de no hacerlo,
automáticamente eso dará lugar a una fiscalización, como parece sugerir siempre
el texto de estas cartas, ya que SUNAT no podría, aunque quisiera, fiscalizar a
todo el universo de empresas a las que dirige estas cartas masivas (por decenas
de miles, incluso).
(*) Abogado PUCP; MBA Centrum Católica. Montes
Delgado – Abogados SAC.
14.05.18
No hay comentarios:
Publicar un comentario